sábado, 29 de noviembre de 2008

ADIOS A LA JUSTICIA EN TUCUMAN



En un sistema republicano de gobierno, la independencia del Poder Judicial es uno de los principios básicos sobre los cuales descansa la división de poderes y el sistema democrático. La existencia de este sistema de equilibrio y de distribución de poderes, constituye un requisito indispensable para la existencia y subsistencia de un Estado de Derecho, evitando la concentración de poder en manos de uno solo

A partir del jueves 20 de este mes, el gobernador, José Alperovich, puede elegir con su dedo decisionista a los jueces que quiera, gracias a la ley 8.136 aprobada por la legislatura.
Esto equivale, sin más, a que la independencia del Poder Judicial recibió un disparo político en el pecho y agoniza.
Esta vez la sumisión de la cámara legislativa llegó a sus extremos y en cierta forma causan nauseas.

Ahora gracias a esta ley, el Gobierno abrirá una lista de interesados a ser defensor, fiscal, juez o camarista. Y luego elegirá los que ocuparán internamente los despachos vacantes. La Legislatura, al que responden 44 de los 49 legisladores responden al frente para al victoria (partido del gobernador) y quienes jamás a rechazado una sola medida del Ejecutivo, analizará críticamente cada pliego de candidatos.

El resultado es el menoscabo sistemático de la Justicia, que no solo es el único que no puede dictarse presupuesto, sino que ahora, además es el único que no puede decir una palabra respecto de sus futuros miembros.

El jefe Ejecutivo, en cambio, decide quién integrará su gabinete y hasta cuándo.
Que la calidad institucional esté en vías de extinción amerita que los tucumanos reflexionen sobre ella antes de que sea aniquilada por completa, ya que todavía no es tarde para revivir la justicia y la democracia que sabía cumplir 25 años.

A mi personalmente, como estudiante de Abogacía me produce unas terribles ganas de vomitar el tan solo ver como una persona acaba con todo lo que yo creo y estudio sin que nadie pueda detenerlo completamente. Simplemente no puedo tolerar tanto maltrato a la constitución de nuestro amado País.
Al parecer no existe una figura patriota en este país y mucho menos en esta provincia, que pueda o quiera mejorar la situación existente de manera desinteresada y sin sacar provecho personal en el transcurso. Las figuras como Juan Manuel Belgrano parecen estar en extinción

Claro que todo este mal sabor de boca que produce el gobierno no es algo nuevo y ya viene pateando cada institución que puede desde hace bastantes años, desde la reforma de la carta magna en el 2006, para ser mas exactos. Que sin duda hablaremos de esto en este blog.

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